Con humor político y marcadas deficiencias, la película dirigida por Miguel Vásquez cuenta la historia de dos comunistas dominicanos y dos independentistas boricuas.
Con relación a la trama y al personaje principal de la película “Lío de falda”, presentada la noche del martes en gala premier para invitados, no es válido aquello de que “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”, pues sin hacer mención de su nombre, francamente se trata del expresidente dominicano Hipólito Mejía.
Las expresiones vocales y gestuales de Óscar Pérez, así como la supuesta quiebra de un banco, sugieren situaciones que se dieron en el gobierno del político. Inclusive, en una parte de la cinta el protagonista dice: “Voy a las elecciones a ganar o a perder, si pierdo me voy para Gurabo a sembrar mangos”.
Es una historia para reírse de las ocurrencias que en ocasiones ridiculizan al exmandatario, como la escena del baño y el contrato que nunca firmó, así como la ventosidad que genera en las afueras del Palacio Presidencial para disolver una protesta de ciudadanos.
La trama es un tanto disparatada, un guión débil, principalmente por aquello de los árabes que quieren “comprar República Dominicana”. Aunque sea un filme de bajo presupuesto, no se justifican tantos errores, como por ejemplo dejar ver los micrófonos “boom” y los nombres del elenco mal escritos.
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