Sabonis aterrizó en la NBA con 31 años, tras una carrera brillante en Europa. Las lesiones nunca minaron su espíritu. Medía 2,21 metros, pero su lanzamiento era más preciso que el de muchos aleros y su visión de juego estaba a la altura del mejor de los bases, en definitiva, un jugador completo.
Nunca fue demasiado rápido, pero suplía sus carencias físicas con toneladas de astucia. Acceder a un lugar tan exclusivo como el 'Naismith Memorial Hall of Fame' es casi un milagro, sobre todo si se llega de Europa y hay que derribar las barreras y prejuicios que existen hacia los jugadores del Viejo Continente, y más con la edad con que él lo hizo. Otra leyenda del baloncesto, Bill Walton, fue quien dio paso al discurso del lituano en la ceremonia.
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